viernes, 15 de mayo de 2015

EBRÚ: El arte de la paciencia

Una de las formas más bellas y sorprendentes del arte tuco, es el Ebrú, o marmoleado sobre el agua. El Ebrú, se logra mediante diseños dibujados con tintes sobre la superifcie del agua, para seguidamente colocar un pedazo de papel sobre dicha superficie y absorber así el tinte.


Los primeros resto de Ebrú que se conservan, fueron encontrados en el Palacio de Topkapi en Estambul, en 1539. Aunque muchos de estos trabajos, denotan que su base se encuandra en el Imperio Otomano, mucho tiempo atras. Son obras prácticamente anónimo. Hoy en día lo alumnos del Ebrú, deben de estudiar más de diez años antes de ser considerados artístas, aprendiendo a elaborar el tinte perfecto y así la obra perfecta.
Cada tinte sólo se puede usar una vez, por lo que cada pieza de Ebrú es única y totalmente especial.



El primer paso, para comnezar con esta técnica, es crear el tinte perfecto. Los tintes se crean a partir de diferentes sustancias orgánicas (Tierra, plomi blanco, índigo y ocre rojo), los cuales al mezclarse logran el color perfecto. Si se quiere conseguir un color con reflejos o brillos, es necesario añadir quilates de oro.


Seguidamente, el tinte se mezcla con bezoar de buey y agua, lo que supone una forma de arte en si mismo ya uqe dependiendo del año de recolección de la edad y finea de bezoar, hace que cada tinte sea diferente y único.
Los artistas de este tipo de arte, pasan los años aprendiendo a mezclar el tinte, incluso antes de comenzar a pintar el agua.

El siguiente paso es obtener el perfecto baño de agua donde depositar el tinte. Para ello se utiliza el Kitre blanco, un tipo de sustancia parecida a la gima, la cual al mezclarse con el agua mantiene el diseño en su lugar, para que así el papel se adhiera al dibujo.

El kitre blanco, solo se puede encontrar en herbolarios durante la época de otoño, por lo que cads artista compra suficiente para todo el año.



La densidad del kitre, junto al agua, hace que el artista requiera varios intentos antes de comenzar a pintar. Si la mezcla no resulta lo suficientemente pegajosa, el diseño se expandirá antes de que pueda ser terminado, y no se adherirá al papel. Por el contrario, si resulta muy oegajosa, el papel no se podrá despegar del papel, y el diseño no será posible.

Una vez logrado una mezcla equitatia entre agua y kitre, se deja reposar durante cuatro dias, hasta que logre asentarse, para después mediante pinceles de crin de caballo y agujas se deposita poco a poco el tinte en el agua.

Ahora, es cuando comienza el proceso creativo. Con tan sólo un idea del producto final, el artista poco a poco deja caer tinte en la supericie del agua y luego extendiendolo con lo pinceles por la mezca.

El Ebrú a menudo se utiliza para marcadores y cubiertas de libros, papel tapiz y para enmarcar la caligrafía árabe y turca.

















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