martes, 24 de marzo de 2015

SALAMANCA, TE COMERÍA A VERSOS

Hola, esta entrada, para mi es muy especial, ya que ya era hora de hacer referencia a nuestra ciudad universitaria, Salamanca. Aunque no voy a hacer referencia a lugares, los cuales ya todos conocemos, tales como La Plaza Mayor, La Catedral, La Casa de las Conchas..., todas ellas igual de sorprendentes e impresionantes, pero en este espacio, lo que os quiero mostrar son aquellos lugares no tan conocidos, e incluso algunos escondidos, pero todos ellos igual de admirables.

El 25 de febrero se impartió un taller sobre creatividad, tecnología y poesía en Medialab Usal, un espacio de encuentro tanto físico como virtual de la Universidad de Salamanca, llamado "Salamanca, te comería a versos". Es una propuesta, inspirada en la canción homónima de Leiva, en el proyecto de arte callejero de la capital de España, "Madrid, te comería a versos", también realizado en Barcelona, y en la ciudad de Salamanca.


Dice literalmente el poeta urbano Neorrabioso que: " ni los libros ni los bares ni las pantallas interneteras llevan la poesía a la gente. Lo que sucede realmente es que todo el mundo hace versos para gente que hace versos y ahora, socializadas las nuevas pistas de aterrizaje, desde el más poetísimo al poeta más cariado puede llegar a los otros poetas, fijaos bien en lo que digo, los poetas forman tal plaga de langostas que hacen la ilusión de público pero no hay tales carneros, seguimos sin llegar al ciudadano, la palabra gente sigue siendo un megaterio. ¿Quiénes acuden a las secciones de poesía de las bibliotecas o librerías salvo nosotros? ¿Quiénes abren blogs y quiénes los leen salvo nosotros? ¿Quiénes van a los bares de poetas salvo tú y tú, joder, si ya os vi el otro martes, si es siempre la misma flecha y la misma diana, siempre los mismos? Llegado a este punto quise hacerme las preguntas definitivas. ¿Existe una manera de llegar con poesía a la gente que no acude a la poesía, que es casi todo el mundo? ¿Se puede llegar a Jaime el del cuarto, a Rafaela la del ático, al carnicero y a la abogada, incluso a los gatos y a los mirlos, aunque para ello no deba convocarles sino acudir hacia ellos, no citándoles sino saliéndoles al paso, casi agrediéndoles?"

Ahora bien, como dice la poesía de barra, la poesía cotidiana: Gracias por su visita.





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